

Esta receta es un clásico que llevo tiempo queriendo compartir. En contra de lo que muchos piensan el cerdo, si es magro, es una carne sana y deliciosa y preparada de este modo jugosa. Puede servirse en frío como fiambre o en caliente.
INGREDIENTES
Para cuatro personas:
Un lomo de cerdo de un kilo aproximadamente
Dos kilos de sal marina (puede ser en escamas)
Hierbas al gusto (yo usé tomillo, orégano, un poco de pimienta negra recién molida y una cucharadita de pimentón dulce)
Un par de cucharadas soperas de agua
CÓMO HACERLO
En un cuenco pequeño mezclamos las hierbas aromáticas con el pimentón y la pimienta negra y ‘masajeamos’ el lomo de cerdo con ellas por todas partes.
Colocamos en un bol grande la sal y añadimos las dos cucharadas de agua, que nos servirán para humedecer un poco la sal y que sea más manejable.
Nos hacemos con una fuente para horno rectangular en la que quepa nuestra pieza de lomo cómodamente sin que baile y formamos una cama de sal de más o menos un centímetro de grosor. Colocamos el lomo encima y cubrimos con la sal restante de forma que quede completamente tapado con una capa de grosor similar, apretando con las manos para que quede bien compacta y sin fisuras.
Metemos en horno previamente calentado a 200º durante más o menos una hora (lleva una hora por kilo aproximadamente). Cuando haya pasado este tiempo comprobaremos que la capa de sal está dura y resquebrajada por algunos lugares, resquicios que aprovecharemos para romperla y levantarla (suele partirse en trozos grandes).
Sacamos el lomo, dejamos templar y limpiamos de sal con papel de cocina (la carne no quedará en absoluto salada).
Servir templado o frío con una compota de manzana.