
El pan, ese alimento para muchos irrenunciable que forma parte de nuestra cultura. Esta receta no es pan propiamente dicho, pero se le parece. Con el añadido de que está repleto de fibra y el cereal que se usa es avena, uno de los que más me gustan por su aporte nutricional. La receta es un regalo de mi tío Justi, al que le sale este pan para chuparse los dedos.
INGREDIENTES
Para un pan pequeño:
Salvado de avena
Copos de avena finos
Mezcla de semillas (las que prefiramos que sean crudas y mejor eco)
Un huevo batido
Medio vaso (de los de agua) de leche (puedes escoger la que quieras)
Medio sobre de levadura tipo Royal
Un poco de sal
CÓMO HACERLO
Hay un paso previo para esta receta que te permitirá tener la base necesaria.
Lo primero que debes hacer es mezclar en un bol grande un paquete de 250 gramos de copos de avena finos con otro de la misma cantidad de salvado de avena. Añade tres cucharadas soperas de mezcla de semillas. Esa será la base de nuestro pan y con estas cantidades te dará para bastantes.
En un bol pon nueve cucharadas soperas de la combinación anterior, añade la levadura, el huevo batido, la leche y sal al gusto. Remueve hasta que todo esté bien mezclado.
Aceita un molde no muy grande de silicona o cristal y vierte la combinación de manera que la mezcla alcance los dos dedos de altura. Mete en el horno, que habrás precalentado previamente, media hora a 150º. Deja enfriar y disfruta.