
Los dulces navideños no son mi debilidad, lo confieso…, excepto las truchas de batata. Este postre típico de estas fechas se hace en todas las Islas Canarias y cada casa tiene su receta particular, como suele ocurrir. En este caso la versión que ofrezco es bastante más saludable que la habitual trucha, que está frita y espolvoreada con azúcar, amén de que la masa suele estar hecha con harina refinada. No esperen lo mismo porque no lo es, pero es una alternativa muy rica y merece la pena probar.
INGREDIENTES
Para unas ocho truchas:
Para la masa:
Medio kilo de harina integral (trigo, espelta…)
Tres o cuatro cucharadas soperas de manteca
100 gramos de agua (según vaya pidiendo la masa podemos añadir más)
Una pizca de sal
Para el relleno:
500 gramos de batata morada (puedes escoger amarilla pero a mí me gusta mucho más la variedad de Lanzarote) o boniato.
100 gramos de almendras tostadas
Una cucharada sopera de pasta de dátiles
10 gramos de anís en grano o matalahúva
Un puñado de pasas de corinto (remojadas en agua templada quince minutos)
La ralladura de un limón
Media cucharadita de canela
Un huevo
CÓMO HACERLO
Prepararemos primero la masa.
Para ello mezclaremos la harina con el agua (la cantidad adecuada será aquella que nos permita amasar sin que se nos pegue a las manos). Añadimos la pizca de sal y la manteca y amasamos unos cinco minutos hasta conseguir una masa bien integrada. Dejamos reposar media hora.
Después de esto extendemos con un rodillo e iremos cortando círculos del tamaño que queramos las truchas. Rellenaremos la mitad con aproximadamente una cucharada sopera de relleno y cerraremos, marcando los bordes con un tenedor para evitar que se abran.
Merece la pena elaborar la masa puesto que así nos aseguramos de elegir mejores ingredientes que los que encontraremos en las obleas que podemos comprar ya hechas.
Pelamos y troceamos la batata en trozos medianos.
Mientras vamos calentando en un caldero unos dos litros de agua a la que habremos añadido el anís o matalahúva. Lo mantenemos hirviendo a fuego medio unos diez minutos. Colamos el agua para retirar los granos y añadimos la batata, poniendo de nuevo al fuego durante unos quince minutos o hasta que lesté hecha. Escurrimos y reservamos.
Picamos a mano o con picadora eléctrica las almendras (no queremos triturar, lo idóneo es encontrarnos trocitos de almendras al morder la trucha).
Una vez templada la batata la aplastamos con un tenedor hasta hacerla una pasta, añadimos la canela, la almendra picada, la pasta de dátiles y las pasas, la ralladura de limón y mezclamos todo bien.
Mientras podemos precalentar el horno a 180º calor arriba y abajo.
Una vez rellenas las truchas preparamos una bandeja de horno con una lámina de papel encerado y vamos colocándolas de manera que no se toquen. Las barnizamos con yema de huevo e introducimos la bandeja en el horno a altura media durante unos quince minutos (tendremos que ir vigilando para que estén doradas sin que se quemen).
Dejar templar y, en este momento, y si te apetecen más dulces (a mí me encantan tal cual porque la batata de Lanzarote, los dátiles y las pasas le dan dulzor suficiente) puedes espolvorear con un poco de azúcar glass.
Ohhh Qué maravilla!!! Las truchas de batata son mi debilidad también! Gracias por la receta